Esta cuarentena ha cambiado mi manera de concebir la vida. Me ha enseñado a relativizar, reordenar prioridades y darme cuenta de lo que realmente importa. Probablemente han sido los dos meses más difíciles de mi vida. Pegada a un teléfono con las manos temblando, esperando la llamada de un hospital. Minutos en los que la mente te traiciona y mil conjeturas se pasean por ella. Sentir el alivio de las buenas noticias y la incertidumbre de lo que deparará el mañana. La saturación informativa y el confinamiento no han ayudado, me impedían desconectar de la situación.

Cuando vuelva la nueva normalidad, me imagino paseando por las calles estrechas del Puerto de Mogán bajo sus coloridas flores. degustando unas patatas con mojo o pasar una jornada en alta mar a bordo del catamarán Five Star Boat. Quiero volver a sentir la sensación de libertad en las dunas de Maspalomas.