Siento que mis alas están cortadas, que mi vida se ha detenido y que me falta un aliento que sólo el viaje puede darme. La sensación no es agradable, desde luego, aunque todos sepamos que es nuestra obligación quedarnos en casa y que es algo pasajero, que pronto volveremos a una normalidad relativa. Sueño con respirar el aire limpio y fresco de nuestros montes, de disfrutar de su verde intenso y relajante. Nuestras playas con su arena de mil colores y el agua cristalina y tibia aparecen cada noche entre las paredes de mi habitación. Me imagino, me veo andando antiguos senderos de nuestras islas y descubriendo rincones mil veces visitados, pero que este confinamiento hará que parezcan nuevos y fascinantes. Quiero volver a disfrutar la naturaleza que nuestras islas nos ofrecen sin pedir nada a cambio, tan sólo respeto y admiración. Deseo que esto acabe para empezar de nuevo, para sentir MAS+ cada regalo que Gran Canaria brinda a quien tiene la inmensa suerte de visitarla.