En el año 2000 comenzó a andar nuestro ilusionante hotel. Hoy, con 20 primaveras a la espalda hemos tenido la oportunidad “forzada” de hacer memoria, valorar el esfuerzo y disfrutar de lo que ha sido el hogar de miles de clientes en estos años. Esta primavera no ha sido excepcional. Hemos sentido la misma estación de todos los años; flores, colores y olores por todas las esquinas. Estas agradables sensaciones se acompañan con los mismos sonidos de las aves que vuelven a disfrutar de las suaves temperaturas.
Ahora solo queda esperar y ser prudentes. Pronto volveremos a la normalidad, a ver los clientes desayunar a la sombra del porche, verlos salir preparados para andar miles de kilómetros y disfrutar de la lectura de un buen libro en el cenador de la piscina.